lunes, 14 de mayo de 2007

ESE MUCHACHITO DE SOMBRERO NEGRO

¿Quién no los ha visto en una esquina o es visitado, en su negocio, por algunos cada viernes de tarde? Pero... ¿Quiénes son, de dónde vienen, por qué lo hacen? Me tomaré el atrevimiento y trataré de responder a estos interrogantes:
Estos jovencitos, son alumnos de la Ieshivá de Jabad Lubavitch, que dedican todo su tiempo al estudio de nuestra sagrada Torá y las enseñanzas de la Filosofía Jasídica. Lo hacen todos los días, de domingo a domingo, incluso estudian en Shabat. Sólo cuentan con unas horas semanales libres para dedicarlas a su persona: los viernes a la tarde. Sin embargo los vemos muy ocupados ese día. Terminan de estudiar al mediodía y salen corriendo, muchos de ellos sin siquiera almorzar porque NO HAY TIEMPO. Es víspera de Shabat, y tienen mucho por hacer. Pero ¿A dónde corren? ¿Quién los espera? Corren a lo que ellos llaman cariñosamente: “mi ruta”. Allí están ustedes, queridos lectores, cada semana, algunos esperándolos, otros con cara de “¿otra vez?”, están los que desean escuchar un mensaje de la Torá, los que se colocan los Tefilín, los que aguardan para evacuar una duda, saber acerca de alguna festividad, están los que se esconden, y también los que se niegan terminantemente a recibirlos...
¿Qué reciben a cambio estos chicos? ¿Por qué tanta dedicación? : Ellos no reciben ninguna paga material a cambio, sólo la satisfacción de saber que “hoy colocó Tefilín una persona por primera vez” “¡Gracias a Di-s esta vez colocaron Tefilín 18 personas!” “Alguien me encargó Mezuzot”. Pero además, estos hombrecitos entablan interesantes conversaciones acerca de la vida, de la muerte, del alma, del dolor, de la alegría...
Existen quienes cada semana los aguardan con preguntas desafiantes, los que discuten acaloradamente, los que se emocionan y agradecen con un abrazo, un beso, una lágrima.
¿Qué es lo que empuja a estos adolescentes a realizar esta tarea, a veces satisfactoria, otras frustrante? Simplemente el hecho de que esta es una Campaña del Rebe. Sí, así de simple, ellos son algunos de los miles de muchachitos de las Ieshivot de Jabad en todo el planeta que realizan lo que en la jerga de los jasidim se llama “Mivtzoim” (Campañas) El Rebe de Lubavitch instó a dedicar ese tiempo personal al prójimo, a ese judío que está en la calle. Por eso, no sólo los encontrará en Buenos Aires o en algunas ciudades del Interior, sino que los hallará en la 5ta Avenida en Manhattan, en la Ben Iehuda de Jerusalem, y muchísimos lugares más.
Cada persona que se ha topado con ellos tendrá seguramente interesantes historias para contarnos, pero lo que quizás ni siquiera los muchachitos saben, es el gran impacto que produce su visita, su mirada, su mera presencia. Hace poco, Silvia, una señora a la que recién conocí, me relató que la inmobiliaria en la que trabajaba, era visitada todos los viernes por un simpático jovencito. Sus dueños, cada vez que lo veían llegar, se escondían dentro de una oficina y le decían: “¡Vos lo atendés!” El chico entraba con una sonrisa, le entregaba la “Enseñanza Semanal”, y al escuchar que “los señores están ocupados” respondía: “Volveré la próxima semana” Y así era. Siempre con la misma sonrisa, siempre con el mismo empeño, sabiendo que alguna vez lo logrará. “Esa fue una importante lección para mí”, dice Silvia, “Nunca hay que darse por vencido. Siempre hay una oportunidad más”. Por eso, cada viernes, cuando los vea pasar, o llegar a su comercio, sepa que ante ustedes están los líderes judíos del mañana, que sólo por altruismo, amor al prójimo, amor a su Rebe y amor a Di-s han llegado a usted. Espérelos con una sonrisa. Pues a pesar de su juventud, tienen mucho para darle...
Miriam Kapeluschnik

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