lunes, 14 de mayo de 2007

PREMIO NOBEL AL CREADOR

Estamos en época de entrega de premios Nobel a las diferentes disciplinas y ciencias. Siempre es interesante escuchar o leer acerca del elegido y por sobre todo saber por qué fue distinguido por la Academia Sueca de Ciencias.
Hace unos días, Roger Kornberg recibió el Premio Nobel de Química 2006. Fue consagrado único ganador del mismo pues a lo largo de sus estudios logró desentrañar y fotografiar en el nivel molecular uno de los procesos centrales de todas las formas de vida: la trascripción genética. Es decir, el mecanismo por el cual un gen produce una copia complementaria de sí mismo capaz de salir del núcleo e ingresar en el citoplasma celular con la “receta” para ensamblar una proteína.
Al leer el artículo que explicaba brevemente la importancia de este descubrimiento, mi mente se trasladó a la Parshá de Bereshit- Génesis. Con esta palabra comienza la Torá, y este vocablo encierra también la “receta” de la creación del mundo. Este mundo tan perfecto que no acabamos nunca de descubrir. Un mundo maravilloso y bello, en donde todo funciona con absoluta precisión. Simplemente, al investigar y revelar incluso el más infinitesimal detalle no podemos más que reconocer que hay un Creador que está constantemente detrás de todo.
Y justamente este es el mensaje de Shabat Bereshit (así es llamado el Shabat en que se lee la primer Parshá de la Torá). Nuestros Rebes nos enseñan que éste tiene una fuerte influencia sobre todos los días de año. ¿Por qué? ¿Qué tiene de particular la lectura de la Torá de esta semana, con respecto a las de todo el año?.
El hecho de que “En el principio Di-s creó los cielos y la tierra”, es decir, Que Hashem creó el mundo entero como “algo de la nada absoluta” nos lleva a la conclusión que la Creación se lleva a cabo a cada instante. El Baal Shem Tov revela que el versículo de los Salmos: “Por siempre Di-s, Tu palabra se alza firme en los cielos” significa que “Tu Palabra”- esas palabras y letras mediante las cuales fueron creados los cielos se alzan firmes por siempre dentro del firmamento del cielo y están por siempre investidas dentro de los cielos para darles vida. (Ver Tania versión castellana Editorial Kehot Sudamericana).
Y este es el fuerte mensaje de Shabat Bereshit. Cuando intentamos hacer una Mitzvá, realizar una buena acción, estudiar Torá y sentimos que se nos presentan variados obstáculos, debemos recordar que en realidad el mundo existe y funciona porque Di-s lo está creando constantemente. Y sabiendo esto, entenderemos que no es lógico que la realidad obstruya el cumplimiento de los preceptos de Su Creador.
Para comprenderlo y tomar fuerzas para seguir adelante y lograr nuestro cometido, basta con mirar a nuestro alrededor, ver en cada elemento una manifestación de la energía Divina y aprovechar cada instante para hacer lo que se espera de nosotros. Y seguramente así, le otorgaremos un especial Premio al Creador del Universo.
Miriam Kapeluschnik
(Basado en las enseñanzas del Rebe de Lubavitch)

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